La
máquina más veloz:
Hay un mecanismo en el ser humano, capaz de viajar a más velocidad
que por cualquiera de las maneras conocidas,incluida la luz.
Si proporcionamos al cerebro el entorno
adecuado, sea silencio, aislamiento, oscuridad et, Y lo
dejamos volar, nos sumerge en viajes, hasta cualquier lugar inimaginable, o
sea, entre otras cosas destapa el tarro de nuestros logros
y frustraciones, y se recrea en todo lo que nos ha obligado a tomar decisiones de alguna relevancia, o que más ha marcado el camino de nuestra vida.
Esas recreaciones del cerebro, se acentúan con el paso del tiempo, porque también el tiempo, como unidad de existencia lo tenemos limitado.
Es cuando la mente juega caprichosamente con nuestros sentimientos, llegando a a veces a convertirnos en juguetes confusos y descolocados, son imagenes que se asoman a nuestra conciencia, más o menos fugaces, de recuerdos pasados y no siempre gratos, llevándonos el cerebro por todo aquello que supuestamente habría sido, y por nuestra decisión dejó de ser.
También a veces nos coloca, ante lo más perverso de nuestro comportamiento pasado.
Cuanto más alejados nos mantengamos de este tipo de recreaciones,tanto mejor para nuestra integridad mental.
Según como andemos de sensibilidad y valores, este tipo de viajes o alucinaciones, mientras dormimos, pueden ser más o menos penosos, en cualquier caso y por lo general, no suelen ser traumaticos, ¡¡creo!!,. Porque algún misterioso filtro, tamiza comportamientos, que en nuestra vida nos han quedado marcados como, dolorosos o vergonzantes.
Puede que esos viajes sean la verdadera conciencia, y puede que cada uno de nosotros y a través de ellos procuremos tamizar nuestras miserias.
Esas recreaciones del cerebro, se acentúan con el paso del tiempo, porque también el tiempo, como unidad de existencia lo tenemos limitado.
Es cuando la mente juega caprichosamente con nuestros sentimientos, llegando a a veces a convertirnos en juguetes confusos y descolocados, son imagenes que se asoman a nuestra conciencia, más o menos fugaces, de recuerdos pasados y no siempre gratos, llevándonos el cerebro por todo aquello que supuestamente habría sido, y por nuestra decisión dejó de ser.
También a veces nos coloca, ante lo más perverso de nuestro comportamiento pasado.
Cuanto más alejados nos mantengamos de este tipo de recreaciones,tanto mejor para nuestra integridad mental.
Según como andemos de sensibilidad y valores, este tipo de viajes o alucinaciones, mientras dormimos, pueden ser más o menos penosos, en cualquier caso y por lo general, no suelen ser traumaticos, ¡¡creo!!,. Porque algún misterioso filtro, tamiza comportamientos, que en nuestra vida nos han quedado marcados como, dolorosos o vergonzantes.
Puede que esos viajes sean la verdadera conciencia, y puede que cada uno de nosotros y a través de ellos procuremos tamizar nuestras miserias.
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