La Cerámica de Buño

     La antigüedad de Buño como pueblo alfarero resulta difícil de demostrar, pero sus orígenes bien se podrían remontar hasta la Prehistoria, época a la que pertenecen los restos de cerámica más antiguos encontrados en la comarca.  Con la romanización se introduce el torno, que va a suponer un cambio muy importante en la creación de las piezas.  Pero será en la Edad Moderna, cuando la actividad alfarera de Buño comience a tomar impulso, serán precisamente los alfareros  de esta villa bergantiñana los que en el siglo XVI, hagan los caños para la primera traída de agua que se instale en la ciudad de La Coruña.

   En los siglos siguientes esta actividad va a más y lleva al mismo tiempo al crecimiento del  núcleo urbano.  En el Catastro del Marqués de la Ensenada, elaborado a mediados del siglo XVIII, figuraban en Buño 63 talleres, en los que trabajaban un total de 77 alfareros.   Durante el siglo XIX, los alfareros constituían el grupo social más numeroso de la parroquia de Buño. Hacia 1920, había en este pueblo unos 50 alfareros.