11/01/2012:
Mi estado de ánimo; en este momento es de desaliento contenido.
Otra de las causas y no es referida a la salud, es, el momento de crisis que se vive en el mundo y especialmente España.
Como de costumbre, por la poca previsión y especialmente de aquellos que gestionan las obras públicas, que en este momento son las autonomías, los nuevos cabeza de raton, han pugnado por invertir en obras faraonicas y muchas de ellas no han servido para nada.
Por si eso fuese poco, los bancos han ofrecido dinero a la carta, a todo ciudadano que desease comprar una vivienda, con o sin respaldo patrimonial.
Tal y como algunos economistas avisaban. se ha producido el colapso, o reventón de la burbuja.
Una vez más, la historia nos muestra, que nos comportamos, como animales voraces, sin el mínimo atisbo moral, produciendo la angustia y la desesperación de familias completas, que han pasado de vivir de su trabajo, a vivir de la caridad.
Con este panorama,y a mi edad, siento que la soledad me va atenazando de manera implacable, no porque me desentienda de comunicarme, con aquellos que se encuentran en mi entorno, sea familia o compañeros de trabajo, sino, que mi percepción de las cosas, me convierte en alguien, incapaz de desmontar de su cerebro, esa dolorosa realidad.
No deseo evocar con esta reflexion, ningún tipo de alarma depresiva.
Sin embargo, si me hace recordar, lo que mi padre decia al final de sus días.
(Estoy contento de cómo la vida me ha tratado, pero la que me queda, creo que no merece la pena)
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