PASADO

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LA SOBERBIA TIENE UNA HIJA Y ES LA INGRATITUD, (EL QUIJOTE)

miércoles, 2 de noviembre de 2022

EMILIO DE BENITO- (Últimos días de un enfermo de Cáncer) /


“Quiero morir porque amo la vida”

José Luis, con cáncer terminal, luchó por una sedación que acabó con su vida la semana pasada

“Me consumo, pero no les parece suficiente”, se quejaba

Sagüés habla con EL PAÍS antes de morir. / E. DE BENITO / U. MARTÍN / M. PÉREZ
“Quiero morir porque amo la vida”. A sus 63 años, José Luis Sagüés, madrileño de ascendencia vasco-navarra, tuvo que enfrentarse al sistema para conseguir su objetivo: “Decidir cuándo me muero”. Al final lo consiguió con la ayuda de la asociación Derecho a Morir Dignamente(DMD). Esta ONG apreció en el hombre un estado de angustia y deterioro que consideró suficiente para sedarle, aunque ello tuviera como efecto secundario acortar su vida, algo que el servicio de cuidados paliativos que le atendía le negaba. Fue lo más que consiguió este luchador que tenía muy claro que no quería consumirse hasta el final. “Quiero despedirme con los míos, después de tomar un vino”. Según uno de los médicos que le atendieron al final, lo consiguió. “Fue como en la película de Las invasiones bárbaras, con toda la familia alrededor. Nos hicimos fotos y brindamos. Se despidió y luego le sedamos”, cuenta. La indignación ante la negativa del sistema a ofrecerle una salida (con la eutanasia prohibida, la única opción legal en España es una sedación terminal) le llevó a contar su historia a EL PAÍS.
Lo hizo el pasado 24 de enero. Su idea era esperar al 1 de febrero para solicitar el tratamiento definitivo. Pero no aguantó tanto. Un empeoramiento que sufrió el domingo 26 le hizo adelantar el proceso. Médicos de Derecho a Morir Dignamente, que certificaron su estado de “angustia física y psicológica”, le aplicaron el correspondiente tratamiento el lunes 27. Falleció al día siguiente.
Profesor de Filología Alemana en la Universidad Complutense de Madrid, 
“Ateo, republicano y comunista”, José Luis también estuvo en la cárcel en el franquismo. “Era lo que tocaba. No me arrepiento”, cuenta. Estas convicciones han marcado su vida. “Como dice Feuerbach, de lo que se trata es de transformar el mundo. Y yo estoy satisfecho”.


A .Villena,,,,,  OPINIÓN
  Esta es una manera ejemplar de cerrar el libro de la vida.

  Cuando esta, por causas que nunca sabremos, decide  que sea horrible y humillante.
   Esta cuestión, que genera tanta opinión encontrada,  no deja de ser otra necedad del ser humano, pues ambas deben ser respetadas.
   Lo que nunca me quedara claro es, el porque la parte que dice apostar por la vida, hasta que esta se diluya de la manera que sea,  trata de imponer su tesis sobre la otra en algo tan personal y propio, como nuestra  vida.  
En mi opinión, el ser humano  ha evolucionado lo suficiente, si no para ser creador de vida,  si para saber cuando esta esta agotada, por tanto si estos últimos momentos, como en el caso que nos ocupa,  es posible hacerlo  más llevadero y a  petición del afectado en su sano juicio,
  ¿  Porque no ? .
  La dignidad es un lujo para algunos humanos, sin embargo es algo que no se puede comprar ni vender  Dicho esto y en mi sano juicio lo que nunca aceptaré es, que algún semejante,   por tanto con los mismos defectos y virtudes que yo, se permita sentir lastima por mi.
En todo caso, póngase en mi lugar y  ayúdeme si cree que lo necesito.
Este comportamiento de la persona que nos ocupa, es el que yo quisiera ser capaz de llevar a cabo, si un día me toca este horrible final..
 Es verdad que es complicado saber, hasta qué punto podemos o no estar preparados para semejante decisión.
 Finalizo, deseando que nadie pase por esa situación Y admirando la entereza y la dignidad de Jose Luis.


     

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