PASADO

PASADO
LA SOBERBIA TIENE UNA HIJA Y ES LA INGRATITUD, (EL QUIJOTE)

miércoles, 16 de noviembre de 2022

DE LA MANO DEL TIEMPO:

 

De matanza en casa de Gachero
A la izquierda mi primo Juan, la chica, la Ines,
A la derecha yo, detrás mío mi tío Juan. El matarife no se quien
es, QUIZA el "el Pelonchi", el año, 69/70

 Recuerdos que asoman como pinceladas, pululando en un abismo de incoherencias. Las nostalgias rompen con intensidad, es como si empujaran desde el interior de un arca, que se resiste a estar cerrada.

Mis primeros veinte años de este mi pueblo, pateado de niño y hasta la edad adulta, me recuerda tantas imágenes como confusiones.

Los hilos que me conectan con el pasado son frágiles y apenas duran unos pocos segundos, después se diluyen en una nebulosa impenetrable.

 

Seis décadas después, complicado ser objetivo:

El tiempo en Isso como es natural, lo ha transformado todo.

Mi intento de poner coherencia entre el pasado y el futuro choca con la inexorable máquina de la memoria, que mezcla sueño y realidad, creando a veces idílicos entornos, en donde vegetación y seres vivos, se complementan con total armonía.

 

Isso, laberinto infinito:

Desde casa Pegote

Multitud de barrios que nunca acabas de conocer, casas esparcidas, a lo largo y ancho de su geografía, con nombres como “Casa del Olivar”, Los Trigueros”, “Baltasar", "Paco Oreja”, “Buenos Deseos”, “Puente Perdigón”, “Pinos de Julio”, “La Palmera”, “Casa Grande”, “Corral de Espinosa”, “Casa del Rano”, “De Gachero”, “Peña Bermeja” “Molino Falcón”, “El Romeral”, “Casa Pegote”, et.et.

                                                                                                Recuerdo caminar por estrechos senderos, cruzados por acequias de riego, entre troncos de olivos centenarios mezclados con nogales, almecineros, olmos, chopos, higueras, granados et.
Y como no recordar el descomunal plátano de la almazara Gachero. EL edificio natural más alto de nuestro pueblo, hasta que la voracidad del hombre lo hizo desaparecer, era cómo una alta y ancha columna de ramas y hojas, que hacía de hermoso parasol, creando una sombra densa y privilegiada en los duros meses del estío.

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