PASADO

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LA SOBERBIA TIENE UNA HIJA Y ES LA INGRATITUD, (EL QUIJOTE)

jueves, 17 de noviembre de 2022

ROSA DE AZAFRAN / 1

 RECOLECCION:


Una vez más frente al ordenador, con la idea de describir lo más entendible posible, uno de mis quehaceres en Isso, en los años 60.

Aclaro;  Que el azafrán sale de los tres pelos que se desarrollan dentro de la rosa, de color rojo, y unidos en su base.

El proceso que figura en el título, se iniciaba el día anterior por la tarde, cuando alguno de mi familia o en algunos casos yo mismo, visitábamos el campo donde estaba ubicado el azafranal para comprobar si había muestra para cosechar al siguiente día a primera hora.

 Se trataba de observar, si apuntaban las rosas, o una especie de camisa blanca que la rodea, horas antes de salir a la superficie.
  Según la cuantía de la muestra, se decidía cuantas roseras habían de participar al día siguiente.
 (Siempre teniendo en cuenta, de llamarlas según antigüedad.)

Decidida esta cuestión, a primera hora del día comenzaba la tarea.
 También recuerdo, que en alguna que otra ocasión,  las roseras pugnaban por coger el cesto mas cómodo de llevar.

Según había trascurrido la noche y madrugada, en cuanto a humedad y temperatura, la rosa estaba más o menos desarrollada, siendo la mas crecida la mas cómoda de cortar. 

 Cuando emerge, la rosa está cerrada, y resulta mas cómodo y rápido de cosechar.
Se entra el pulgar y el índice entre el espartin y haciendo un pequeño movimiento hacia abajo se trocea el tallo, y de este modo y con la flor cerrada se van acumulando en la mano, antes de depositarla en el cesto. 

  Como es natural, la postura es un tanto incómoda, como puede apreciarse en la foto, y según fuese la cosecha de ese día se andaba mas o menos aprisa, por tanto, las piernas y los
riñones a medida que la mañana avanzaba nos iba pasando factura. ( El día que mas rosa salía, se decía que era el día del manto)

 El ritmo de la recolección se hacia mas lenta cuando el sol hacía su aparición, y la rosa habría los pétalos,  entorpeciendo la labor de cosecharla, tanto al trocearle el tallo, como el almacenado en la mano, porque el volumen se multiplicaba, quedando algunas estrujadas, quedando mas complicada de mondar.

  Si las previsiones de cosecha y numero de roseras ha sido acertado, sobre las diez de la mañana se regresaba al barrio, los azafranales solíamos tenerlos en los parajes de  castor, piedra del tesoro y campuiso.

CONTINUARA:

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