23/09/2019:
Llegando al cruce de Albatana |
A primera hora, y después de un desayuno a base de cereales con alguna tostada untada con mermelada llego a la cerca, donde estoy preparando los suelos para la próxima recolección de aceituna.
En estas últimas semanas han acontecido algunas cosas en mi vida, que tratare de exponer en estas líneas.
Un día después |
El viernes, día trece, Loli y yo viajamos como de costumbre de Alicante a Isso, esta vez no fue un viaje fácil, a la altura de la Celia se desato una formidable tormenta, que nos obligó a refugiarnos, juntando el coche a la fachada de una de las casas, la tormenta se prolongó más de una hora y en un momento comenzó a descargar gruesos granizos, que me hicieron temer lo peor, moví el coche y lo puse junto al grueso tronco de una palmera si bien apenas lo cubría .
De la puerta de una de las casas, y cuando más virulenta se mostraba la tormenta, salió un señor con un paraguas, que soportando los granizos me indico que a unos 50 metros había un porchado sin puertas, al que podía acceder para proteger el coche, así lo hice, pero con mala suerte, porque ya la había ocupado otro con el mismo propósito.
En cualquier caso le agradecí el gesto, y cuando aminoro un poco, llame a su puerta y le mostré mi agradecimiento, por cierto el granizo no llego a picar el coche debido que cayo con una gran cantidad de agua.
Sobre las 19 horas volvimos a reemprender el viaje, y las cunetas desbordadas de agua y barro invadían a cada momento la carretera, la primera dificultad la tuvimos apenas llevábamos un km. Justo en la línea de separación entre Murcia y C. la Mancha.
La rambla saltaba la carretera, y con la máxima
prudencia continuábamos hasta llegar a la llamada "Recta de lo generales" . un par de sitios donde el agua cruzaba la carretera con bastante fuerza. Decidí esperar
hasta que parasen los arrastres de piedra y grava.
Pasada una media hora, y pensando que la doble curva del
final de la recta estaría recibiendo la rambla principal, decidimos avanzar un
poco, hablo en plural, porque en estos casos y afortunadamente hay compañeros
de viaje con las mismas dificultades.
El pronóstico se cumplió y la doble curva estaba totalmente invadida por una enorme avenida que ocupaba más de 200 metros de carretera.
Como es natural ni se me ocurrió pasar, y en un momento se formo una cola considerable de coches y camiones, estábamos bloqueados, la guardia civil no tardo en llegar por ambos lados, los de Murcia nos informaros que los vehículos ligeros nos colocásemos detrás de lo pesados, para cuando se habilitarse el paso.
El trafico fue cortado en Jumilla y
en el Restaurante Pascual.
En la espera nos bajamos algunos de los vehículos, y un hombre mayor, que también se encontraba bloqueado nos dijo, que un coche todo terreno había sido arrastrado por el agua, unos minutos
antes, al tratar de cruza ¡por cierto!, se podían ver los intermitentes del
coche, pero nadie sabía nada del ocupante u ocupantes.
Estábamos preocupados, pero no podíamos aproximarnos, ya que estábamos bloqueados, porque la cañada que trascurre paralela a la carretera, también estaba ocupada por una gran cantidad de agua.
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