PASADO

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LA SOBERBIA TIENE UNA HIJA Y ES LA INGRATITUD, (EL QUIJOTE)

domingo, 30 de noviembre de 2025

FORTALEZA MEDIEVAL DE ISSO / 25

 Agrupación nº 3. 


Se sitúa al noreste de la plaza (Fig. 16). Sus límites históricos han quedado marcados por los dos caminos ya mencionados y la fortaleza.

 Lamentablemente, este ha sido el caserío más alterado durante los siglos XIX y XX. 

Con anterioridad, esta agrupación de casas estuvo separada de la nº 2 por una estrecha calle, denominada Pardo, que correspondía al camino histórico que unía Hellín con Elche de la Sierra.  

Fue en el último cuarto del siglo XIX cuando en su extremo oriental se abrió la calle carretera que hoy conocemos, desgajando un grupo de casas que terminó siendo derribado en los inicios de la década de 1980. 

Además de las demoliciones, la apertura de este vial generó una alteración importante de las fincas afectadas, debido a que las que fueron mutiladas se recompusieron al edificar casas con fachada abierta a la nueva calle.


Si observamos en la foto aérea de Ruiz de Alda las zonas no alteradas (Fig. 14), situadas más al oeste, comprobaremos que existió un modelo de implantación parcelaria, parecido al que hemos analizado en la agrupación nº 2, en donde las casas abiertas a la calle de la Fuente y a la plaza tienen sus huertos traseros compartiendo una misma alineación de trazado rectilíneo que va de este a oeste. 

En este panorama bastante homogéneo observamos una “anomalía”, situada en el extremo occidental, en forma de huerto de crucero, semejante al que vimos en el extremo occidental de la agrupación nº 2 (Figs. 14 y 16). 


La plaza:

Su forma se debe en gran medida, a la confluencia de los dos caminos ya mencionados frente al castillo, cuyo emplazamiento evidencia la función de control que tuvo sobre ellos. 

Si eliminamos la ampliación de la iglesia hacia el norte, comprobaremos que allí existió un gran espacio libre, parecido a un triángulo isósceles, cuyo lado mayor, el meridional, sería el trazado del camino principal que une Hellín con Elche de la Sierra. 

El lado occidental de la plaza lo consolidó la presencia de la fortaleza, mientras que el oriental lo podemos considerar continuación del camino de la Fuente. 

No cabe duda del importante papel que debió de jugar este espacio como lugar de reunión, celebración y comercio durante toda la Edad Media, máxime si reparamos en que el territorio de Isso parece que tuvo una población muy dispersa, agrupada en pequeñas alquerías conocidas tradicionalmente con el nombre de barrios.

Tras analizar el caserío tradicional de Isso, concluimos afirmando que no hemos identificado rasgos morfológicos que permitan defender que junto a la fortaleza andalusí de Isso hubo una población antes de la conquista castellana, lo que obviamente no significa que no existiera y que haya desaparecido todo rastro de ella. 

La agrupación nº 1 se formó claramente en la Edad Moderna, una vez que la conquista de Granada hizo desaparecer el peligro que justificaba la presencia de la fortaleza; mientras tanto, las otras dos agrupaciones presentan rastros claros de un modelo de parcelación orientado a la colonización, que está en función de un tipo de casa con patio en las traseras que nada tiene que ver con el arquetipo de vivienda de patio central andalusí.

Resumiendo, podemos decir que de todos los espacios que componen el núcleo de población de Isso, la plaza es el único que, por su génesis, forma y función, podemos considerar enteramente urbano.

sábado, 29 de noviembre de 2025

FORTALEZA MEDIEVAL DE ISSO / 24

 Agrupación nº 2. 

 


Se sitúa al sur-sureste de la plaza, bordeando por el sur el antiguo camino que une Hellín y Elche de la Sierra (Fig. 16).  

Su forma alargada se debe a su adaptación a esta vía de comunicación que se transformó en calle y en la plaza al introducirse en el núcleo urbano de Isso.

 En la fotografía aérea se aprecia que se trata de un frente alineado de parcelas que tienen dos partes bien diferenciadas: la delantera está edificada y corresponde con la casa que se abre a la calle, mientras que la trasera es el huerto cercado que cada vivienda tiene como anexo.

A diferencia de la zona edificada que presenta una línea homogénea a la que se adaptan todas las fachadas, los huertos traseros no están alineados ni se abren a calle alguna. 

De entre todos ellos destaca, por sus grandes dimensiones y por su jardín de crucero, el que estuvo asociado a una gran vivienda de carácter urbano, situada en el extremo occidental, junto a la iglesia parroquial. 

Los huertos situados al este de la iglesia son mucho más reducidos y conforman un bloque homogéneo en el que sus tapias traseras se alinean formando un frente común. 

Esta regularidad sugiere un sistema de lotización parcelaria que sería muy interesante estudiar en un futuro.

La línea homogénea, con ciertas sinuosidades, generada por las fachadas de todas las casas, parece ser el fruto de la adaptación de todas las parcelas a lo que fue el antiguo camino. 

La única que rompe la homogeneidad de todo este frente es la iglesia, cuya ampliación hacia el noroeste supuso, por un lado, la invasión del camino y su desplazamiento al pie de la torre sureste de la fortaleza, y por otro, el cierre y la mejor definición del espacio triangular de la plaza.

 Es de suponer que la primitiva ermita debió de tener su fachada alineada con el camino, al igual que sucede con las casas vecinas.

Lamentablemente, desconocemos la fecha en la que se extendió en esta dirección, pues hay indicios que indican que la gran reforma de la iglesia, acaecida en el siglo XVIII, debió de centrarse en el crucero y en el presbiterio. 

Tras la reforma barroca, el templo presenta una nave de planta rectangular cubierta con bóveda de medio cañón apoyada en los contramuros, entre los cuales se disponen las diferentes capillas, que albergan enterramientos señoriales. 

La cabecera, de planta cuadrada, está cubierta con cúpula de media naranja que parece corresponder a una fase posterior. 

Su orientación hacia el sur-sureste, en principio, podría parecer extraña pues canónicamente lo correcto sería que el templo siguiera la dirección esteoeste.

Esta “anomalía” se incrementa cuando comprobamos que la cabecera de la iglesia, cubierta con una cúpula voluminosa, se construyó contra ladera en el siglo XVIII y para ello fue necesario hacer unas infraestructuras importantes que permitieran mantener la misma cota de suelo en todo el interior del templo. 

Con estos datos se podría defender la hipótesis de que la antigua ermita reutilizo una mezquita, cuyo muro de quibla estaría orientado al sur-sureste.

 Esta hipótesis parecería más verosímil si la disposición del templo no coincidiera con la de todas las parcelas que conforman este frente de casas. y que parece generada por el trazado del antiguo camino y no por la presencia de una supuesta mezquita.

jueves, 27 de noviembre de 2025

FORTALEZA MEDIEVAL DE ISSO / 23

 

Agrupación nº 1. 

Se encuentra al oeste de la plaza y ha llegado al siglo XXI compuesta por unas quince viviendas: seis de ellas se construyeron en el interior de la fortaleza mientras que el resto se adosaron a la muralla por el exterior(Fig. 16). 

Su estado de conservación es malo en la mayoría de los casos, debido a que buena parte de ellas ya no está habitada y al menos dos fueron demolidas hace más de 25 años. 

El abandono de sus solares durante tanto tiempo está creando serios problemas en las medianeras de las casas que los circundan. 



El ensanche de la carretera en la década de 1980, a su paso frente a la iglesia de Isso, obligó a demoler las casas del ángulo sureste de la agrupación y la gran torre de esquina que allí se conservaba (Figs. 21-23)

Su origen hay que buscarlo en la fortaleza andalusí que allí hubo, cuyos restos se encuentran conservados entre las casas que forman este barrio. 

La planta de esta agrupación de casas es de tendencia cuadrangular debido, en gran medida, a la forma de la fortaleza que hay en su interior.

 Está construida en su mayor parte sobre una plataforma natural rocosa situada a una cota de 493 m.s.n.m. 

Su elevación, respecto a los espacios circundantes, es apenas apreciable en la actualidad.

La formación de este barrio habría que situarlo en una fecha imprecisa a partir del momento en el que la fortaleza perdió su valor poliorcético, nunca antes de la caída del reino nazarí de Granada a fines del siglo XV.

 Es muy probable que a finales del siglo XVI se iniciare la construcción de las primeras, tanto de las levantadas dentro del recinto como de las que se edificaron en el exterior, adosadas a la muralla.

Con independencia de la fecha exacta en la que se iniciaron las obras, es evidente que la fortaleza terminó transformándose en un barrio compacto, delimitado en tres de sus flancos por dos calles y una plaza. 


Para acceder a las seis viviendas construidas en el interior, fue necesario habilitar un acceso que se inició en la plaza y que hoy conocemos como calle del Castillo (Fig. 18); su trayectoria es en ángulo recto y presenta en su primer tramo una pendiente ascendente que permite salvar la diferencia de cota que había entre el interior y el exterior de la fortaleza.

No parece que esta calle se originara a partir de un antiguo acceso a la fortaleza, más bien creemos que se habilitó para dar servicio a las casas allí construidas. 

De este grupo de viviendas, la única que ha mantenido la comunicación directa del interior de la fortaleza con el exterior ha sido la principal (parcela 1), que desde 1616 fue residencia de los Valcárcel.

 La parcela 2, además de abrirse a la calle del Castillo, tiene comunicación con un huerto de su propiedad que está adosado a la fortaleza por el oeste.

El frente occidental de la manzana ha sido el único en el que no se han construido casas adosadas a la muralla por el exterior (Fig. 18). 

Todo parece indicar que no se quiso afectar, ni a la servidumbre de paso que debió de tener la acequia, ni a la valiosa huerta que hay entre la fortaleza y el acueducto. 

En este frente se ha comprobado el completo desinterés que se tuvo por conservar la muralla, pues tanto en la parcela 2 como en la 14 fue eliminada junto con la torre de esquina noroccidental, pudiéndose apreciar el vacío que han dejado, de modo que se utilizó el basamento de dicha torre para cimentar el núcleo occidental de la casa perteneciente a la parcela 14. 

 

miércoles, 26 de noviembre de 2025

FORTALEZA MEDIEVAL DE ISSO / 22

 

2.     El caserío de Isso

El siguiente análisis del núcleo de población de Isso lo hemos realizado a partir de la fotografía aérea obtenida en el conocido vuelo de Ruiz de Alda de 1929-30 (Fig. 14). 

Lamentablemente, no tenemos un documento fotográfico más antiguo que nos permita acercarnos a la imagen tradicional inalterada de este caserío, pues las obras de regularización y ensanche del camino histórico que comunicaba Hellín con Elche de la Sierra para esas fechas ya estaban hechas, con la consiguiente demolición de algunas agrupaciones de casas y con la apertura de una nueva calle diseñada con función de carretera.



Para explicar la génesis y la planta de este núcleo de población es necesario tener en cuenta los siguientes elementos: los caminos históricos que desde Hellín y desde la Fuente pasan por Isso en dirección Elche de la Sierra, la acequia de la Fuente y su camino anexo, y el pequeño promontorio sobre el que se alzó la fortaleza.

El acueducto por donde discurre la acequia de la Fuente de Isso flanquea a la fortaleza y a todo el caserío por su frente occidental, a una distancia de unos 50 m (Fig. 10). 


Tras pasar por el molino cruza los accesos a Isso que vienen desde el oeste, creando un obstáculo que fue necesario sortear con un puente que en la segunda mitad del siglo XX fue ocultado por la carretera CM-412 que une esta pedanía con Elche de la Sierra (Fig. 15).12



El caserío tradicional, que llegó bien conservado a la segunda mitad del siglo XIX, estuvo constituido por tres agrupaciones de casas articuladas en torno a la plaza. Hablamos de agrupaciones de casas y no de manzanas, pues en sentido estricto no podemos considerarlas como tales dado que las calles no las circundan por todos sus lados (Fig. 16).






martes, 25 de noviembre de 2025

FORTALEZA MEDIEVAL DE ISSO // 20 y 21


La importancia de la ermita de Isso:

 En 1576, se evidencia en Las Relaciones Topográficas, cuando se la menciona inmediatamente después de la única iglesia parroquial que hay en Hellín:

“En la dicha villa de Hellin, además de la yglesia parroquial, ay una hermita de señor Santiago […]” y otras ocho más. 

A continuación se indica que Tobarra es “vicaría de la villa de Hellin y que en esta villa ay un benefiçio curado, que suele comúnmente rentar treçientos ducados, y hay otro préstamo, que bale trescientos ducados, y que tiene por anexos el diezmo de Yso, término e juridicion de la villa de Hellin” (Carrillero, et al., 2014, p. 129, 210). 



Llama la atención que para estas fechas, Isso todavía no disponga de parroquia propia, teniendo en cuenta que tiene un cinturón de pequeños asentamientos dispersos por su vega.

Además, sorprende el hecho de que, perteneciendo a la jurisdicción de Hellín, dependiera de la parroquia de Tobarra, distante unos 15 km.
 
Nada de lo dicho se puede entender si el motivo no es otro que la falta de población que en el último cuarto del siglo XVI parece que todavía era escasa. 
En el año 1630 la antigua ermita ya aparece con la categoría de parroquia, desconociéndose cuándo alcanzó este rango. 
No obstante, continuó dependiendo de la iglesia de Tobarra, que a su vez lo hacía de la Vicaría de Hellín.
 Finalmente, la iglesia de Isso fue segregada de la de Tobarra por la distancia existente entre ambas poblaciones, aunque su párroco mantuvo el derecho de presentación sobre este beneficio (Irigoyen, et al., 2002, p. 230). 

El Archivo diocesano de Albacete conserva el libro parroquial de defunciones de Isso que comienza en 1670. 



Otros documentos procedentes de los Protocolos Notariales, en concreto en el testamento de Jerónima de Ortín, de 1644 vienen a confirmar este cambio de categoría:

“De las misas […] en la Parroquial de Santiago, donde soy feligresa. […] A Honor y Reverencia de Apóstol Santiago, seis misas rezadas y estas se digan en su Iglesia de este heredamiento de Isso y por el cura de su Parroquial. […] Al licenciado Francisco de Villena, cura de la parroquial del Señor Santiago de este heredamiento de Isso” (Esteban, Martínez, 2019, p. 22).

En el Atlante Español (1778) se dice que “la parroquia de Iso es de nueva construcción, de la que son feligreses doscientos vecinos”. 

La mención a “nueva construcción” hace referencia a la remodelación o ampliación de este templo en el siglo XVIII (Fig. 17).


El mantenimiento del templo corría a cargo de los patronos de las capillas, de las limosnas de los

feligreses y de los diezmos según aparece en las respuestas generales al Catastro de la Ensenada de 1755:

“En la huerta del Heredamiento de Yso, sujeto a este término hay una porción de tierras acotada,.

Otros Diezmos se dividen también por tercias partes, con la orden referida entre Su Majestad (2/3) y Fábrica de la Parroquial de este Heredamiento (1/3) una, la Dignidad y Cabildo (Obispado de Cartagena) otra y la restante por mitad entre el cura y otro beneficiado de la misma Parroquial de Yso […] 

Y el Voto de Santiago lo paga cada labrador, siempre que tenga un par de labor”.

Nipho, solo aporta el nombre del párroco y el número de feligreses que tenía la parroquia: “Y Cura de la parroquial de Iso, titulo de Santiago, de la que son Feligreses doscientos vecinos, es Don Francisco González Caravaca” (Nipho, 1770, p. 293). 

Este clérigo también es citado por el canónigo Lozano como “cura de Isso” y propietario de una colección de monedas antiguas aparecidas allí (Lozano, 1794, p. 37). 

Con la creación de la Diócesis de Albacete en 1949 todo el territorio de esta provincia, que dependía hasta ese momento de la de Cartagena, se incorporó al nuevo obispado estructurado en 12 arciprestazgos, entre los que se cuenta el de Hellín con la parroquial de Isso.




lunes, 24 de noviembre de 2025

FORTALEZA MEDIEVAL DE ISSO / 19


SEÑORÍO DE VILLENA
 Hellín perdería su estatus de villa de realengo antes de la muerte de Alfonso X (1284). 

En la década de 1260, su hermano el infante Manuel había acumulado un gran señorío que venía extendiéndose desde su primitivo enclave en el levante peninsular hasta Almansa; y en la siguiente década ya se había interesado por Yecla y Hellín, e incluso por los términos de Chinchilla, Jorquera y por la villa de Ves.

 Es posible que Hellín también fuera cedido por el rey a su hermano el infante Manuel, pues sabemos que éste le confirmó sus fueros y cuantos privilegios tenía otorgados con anterioridad. 

Isso también acabó integrado en el Señorío de los Manuel, como lo prueba un documento de 1284 por el que el obispo de Cartagena reclamaba ante el rey las usurpaciones de rentas por parte de vasallos de don Manuel, citando a un tal “Fruela alcayde de Hellin et de Ysso” (Pretel, 1998, p. 4; 2008, p. 211).

Tras la invasión aragonesa del reino de Murcia, don Juan Manuel entregó Isso y Hellín en 1305 al rey Fernando IV de Castilla, el cual confirmó los fueros, usos, costumbres, privilegios, cartas de mercedes y franquezas otorgadas por su abuelo, el rey Alfonso X:“

Sepan quantos esta carta bieren commo yo Don Fernando [...] porque la villa de Hellín e Isso son mias por talante que e de facerles muncho bien e muncha merce a los que y son agora moradores [...], otorgoles e confirmoles todos sus fueros [...] que an del rey don Alfonso mio abuelo e del rey don Sancho mi padre que Dios perdone e del ynfante don Manuel e de don Juan su hijo quando estos lugares eran suyos, que lo ayan e lo usen dello bien e cunplidamente asi commo mejor lo ovieron e lo usaron fasta aquí. 

E porque entiendan que hera boluntad de les fazer mas bien [...], porque sean mejor poblados e rricos para mio seruiçio. 

Quito a todos los vezinos que son moradores en Fellin e en Isso [...] que non den pecho ninguno que acaezca que me ayan a dar en qual quier manera que sea por los heredamientos e casas que han en estos lugares sobredichos” (Pretel, 1998, pp. 186-187). 

En 1311 volvieron a incorporarse al señorío de los Manuel, esta vez de forma definitiva. Hacia 1340 don Juan Manuel ordenó en su testamento entregar los castillos de Isso, Hellín y Tobarra, entre otros, a su hija Constanza, en fianza y garantía de su dote y herencia, los 800.000 maravedís que debería darle el heredero don Fernando Manuel cuando el padre falleciese. Pero pagada esta, el castillo de Isso, al igual que los otros, debía reintegrarse al mayorazgo de la casa Manuel (Pretel, 1998, pp. 50-51).

La llamada “Guerra del Marquesado” que enfrentó a los Reyes Católicos y al marqués de Villena Diego López Pacheco, y que finalizó en 1489, tuvo graves consecuencias para este último, cuyo vasto territorio pasó en gran parte a manos de la Corona bajo la denominación de Gobernación del Marquesado de Villena, con capital en la villa de San Clemente (Cuenca).


 


En 1586 esa unidad administrativa se dividió en dos corregimientos autónomos: al norte el que fue denominado como “Corregimiento de San Clemente” o “de las Diecisiete Villas”, que mantuvo a la villa de San Clemente como residencia del corregidor; y al sur, el de “Chinchilla y Villena”, también conocido con el nombre de las “Dos ciudades y Nueve Villas”, que tuvo su capitalidad en la ciudad de Chinchilla. En este último se integraron todas las localidades pertenecientes al Reino de Murcia y las dependientes de la diócesis de Cartagena, incluida Hellín con las aldeas de Isso, Cancarix y Agramón.

 

El corregimiento de Hellín se creó en 1665 e incluyó inicialmente la villa de Hellín y las aldeas de Isso y Cancarix. A partir del siglo XVIII se incorporaron las poblaciones de Agramón, Jumilla, Ontur, Albatana y Tobarra (Molina Puche, 2005, pp. 65-66).


DEMARCACIÓN ECLESIÁSTICA ISSO:


En el ámbito eclesiástico, la aldea de Isso quedó incorporada a la jurisdicción de la Orden deSantiago, por lo que inicialmente se mantuvo exenta de autoridad episcopal, aunque por poco tiempo, pues tras depender fugazmente de las órdenes de Calatrava y Alcántara (Pretel, 2000, p. 58), pasaría a la Corona en 1252 y, teóricamente, al obispado de Cartagena, que había sido “restaurado” por el papa Inocencio IV dos años antes. 

En ese momento, Hellín se convertirá en cabeza de una vicaría de la que pasarán a depender las aldeas de Isso, Minateda, Calasparra, Jumilla y Tobarra (Pretel, 1998, p. 33).



La población cristiana debió de ser minoritaria entre los años que van desde la toma de la aldea hasta la rebelión mudéjar de 1264, puesto que el Tratado de Alcaraz permitía que los habitantes musulmanes continuaran practicando su religión y costumbres. 


Por ello, cabe pensar que la comunidad mudéjar de Isso, si existió, debió de mantener su identidad cultural y sus lugares de culto.

 

A pesar de su posible reducción debido a la emigración, es muy probable que la población islámica siguiera siendo mayoritaria con respecto a los repobladores, pues el obispado de Cartagena tuvo serios problemas en las siguientes décadas para cobrar el diezmo en éste y otros lugares como Hellín, lo que llevó a los obispos a formular reiteradas quejas ante el rey en la segunda mitad del siglo XIII (González Arce, 2008, p. 98).

En 1274, un año marcado por la crisis derivada de las malas cosechas de cereal, el obispo don García Martínez elevó una queja a Alfonso X, ante el impago de los diezmos. 

El monarca, a instancias del portero real, mandó detener a Pedro Esteban y otros cogedores que se negaban a entregar el diezmo a los encargados por parte de la Iglesia. 


Su detención no parece que acabara con el problema, pues unos años después, en 1284, el obispo don Diego Martínez reclama ante el rey Sancho IV las usurpaciones de rentas por parte de vasallos de don Manuel, además de quebrantar sus casas. 


El rey manda que se entregue el diezmo demandado y se reparen los daños:“Sepades que don Diego, obispo de Cartajena, se me querelló que Sancho Sánchez, alcayde de Xorquera, et Fruela, alcayde de Hellín et de Yso, et el alcayde de las Pennas de San Pedro et algunos otros aicaydes et omes de los concejos toman sus diezmos et lo suyo et desapoderaron dellos a sus omnes de quel quebrantaron sus casas [...]. Onde vos mando firmemente que de aquellos que se el obispo querellase o su oficial o su mayordomo que fagades luego entregar todo quanto le tomaron et emendar el danno [...]” (Pretel, 1998, p. 41; 2008, p. 211).


En 1353, Pedro I reconocía a la iglesia de Cartagena su derecho, concedido en tiempos de Fernando IV, a cobrar la renta de Isso, Hellín y Molina (Pretel y Rodríguez, 1998, p. 132).

 

Posteriormente, el libro Fundamento de la Santa Iglesia [...] de Carthagena del Obispo don Diego de Comontes (1446-1459) en el capítulo relativo a los diezmos, señala que:


De los diezmos de Tobarra, con Isso, se facen otrossi tres tercios, el uno es de los Señores Obispo, y Cabildo, y partiendo por medio; el otro es del Beneficio, y Prestamo de allí, de el qual las dos partes son del Rey, y la otra del Terçcuelo dende. Las primicias de Tobarra entran en esta particion, cá pertenece insolidum á los dichos Señores Obispo y Cabildo, y partencelas por medio, no dando de ellas al Clerigo dende parte alguna” (Torres, Molina, 2009, p. 38). 

Hacia 1340 don Juan Manuel ordenó en su testamento entregar los castillos de Isso, Hellín y Tobarra, entre otros, a su hija Constanza, en fianza y garantía de su dote y herencia, los 800.000 maravedís que debería darle el heredero don Fernando Manuel cuando el padre falleciese. 

Pero pagada esta, el castillo de Isso, al igual que los otros, debía reintegrarse al mayorazgo de la casa Manuel (Pretel, 1998, pp. 50-51).

En 1586 esa unidad administrativa se dividió en dos corregimientos autónomos: al norte el que fue denominado como “Corregimiento de San Clemente” o “de las Diecisiete Villas”, que mantuvo a la villa de San Clemente como residencia del corregidor; y al sur, el de “Chinchilla y Villena”, también conocido con el nombre de las “Dos ciudades y Nueve Villas”, que tuvo su capitalidad en la ciudad de Chinchilla. 

En este último se integraron todas las localidades pertenecientes al Reino de Murcia y las dependientes de la diócesis de Cartagena, incluida Hellín con las aldeas de Isso,Cancarix y Agramón.

El corregimiento de Hellín se creó en 1665 e incluyó inicialmente la villa de Hellín y las aldeas de Isso y Cancarix.

 A partir del siglo XVIII se incorporaron las poblaciones de Agramón, Jumilla, Ontur, Albatana y Tobarra (Molina Puche, 2005, pp. 65-66)


domingo, 23 de noviembre de 2025

FORTALEZA MEDIEVAL DE ISSO / 18

 

La tenencia de la fortaleza de Isso duraría poco tiempo, pues el 31 de julio de 1251 el infante don
Alfonso concedió Isso y Minateda a la reina Juana de Ponthieu: “a cambio de Isso y de Medinatea, que le pagó el peaje, y que se los dio a la reina Doña Juana” (Petrel, 1998, p. 27). 

Como estas eran posesión del maestre de Alcántara fue necesario adquirirlas previamente, compensando después a la Orden de Alcántara con Alcantarilla y ciertas propiedades y molinos en la vega murciana (Díaz, 1895, p. 16).



En 1252, doña Juana de Ponthieu, uniría Isso y Minateda a Hellín, confiándolas a la Orden de Calatrava (Pretel, 1998, p. 28). 

El 15 de marzo de 1252, el maestre de Calatrava reconocía tener en su poder los privilegios pertenecientes a la reina Juana: 


“Tres son del otorgamiento de todos los heredamientos que el Rey uso dio, et el quarto es de Felin, et el quinto es de Hyso et de Medinatea, et el sesto es de Marchena, et el séptimo es de Hyso el que tenia el maestro de Alcantara" (Torres,1969,p,15) 

Durante aquellos años, estos territorios seguirán habitados casi exclusivamente por mudéjares, pues no había en Castilla demasiados cristianos dispuestos a venir a poblar estas tierras y los que había, preferían asentarse en zonas más ricas y fértiles como el Valle de Guadalquivir, recién conquistado.


Entre los años 1264 y 1266 se produce, en la mayor parte de los territorios de Al-Andalus recién conquistados, una rebelión de los mudéjares de tales dimensiones que el rey Alfonso tuvo que solicitar ayuda a su suegro don Jaime I con el fin de sofocarla en el reino de Murcia. 



Aunque los habitantes de Isso y de los pueblos de su entorno eran mayoritariamente musulmanes no
sabemos si se sumaron a esta sublevación, aunque todo parece apuntar a que sí lo hicieron.


También desconocemos si Hellín llegó a levantarse, pues no se detecta la habitual pérdida de población que dicha rebelión tuvo en otros territorios. 


De hecho, llegó a convertirse en una de las villas con un mayor número de vecinos de la zona

(Pretel, 1998, p. 31).

El miedo a los mudéjares pudo ser también la razón por la que Hellín recuperase su estatus de villa de realengo en fecha no precisa, y el rey le concediera algunos privilegios cuya naturaleza nos es desconocida; aunque parece que no son muy distintos de aquellos que más tarde, en 1305, le dió Fernando IV como si fueran nuevos (Pretel, 1998, pp. 186-187).

Una referencia indirecta acerca del comercio comarcal y el peligro que acechaba en estas tierras durante la segunda mitad del siglo XIII la encontramos en la obra Miraculos romançados de Santo Domingo de Silos, escrita en esas fechas por el monje Pedro Marín, en la que relata cómo fueron hechos prisioneros algunos cristianos en esta comarca (González, Molina, 2008, pp. 119-124, 126). El caso que más nos interesa es el de un buhonero de Isso llamado Juan:


 

“En la época anterior, vino a Santo Domingo don Johan, un búho que vivía en Isso, pueblo de Hellín,y dijo que un miércoles de noviembre, era de molino e CCC y 21 [1283] años, que yua a comprar grana. a Socovos, en el castillo de los moros  que era Orden de Vclés, y pasando por la cloaca del río Segura, cayó sobre Mahomat A Buscar, almohada de Vera, que adujo con él doce peones moros, y capturó a este don Johan y lo llevó a Vélez. el Blanco y metiolo en prisión, y yog y V días” (González, Molina, 2008, p. 119 ) 

sábado, 22 de noviembre de 2025

FORTALEZA MEDIEVAL DE ISSO / 17

 

Con independencia de las localidades que acabamos de mencionar, hasta hace muy poco tiempo el poblamiento andalusí de la submeseta sur era un gran desconocido. 

La historiografía ha venido manteniendo la existencia de un paisaje de secano muy despoblado, debido al escaso interés de los andalusíes por su aprovechamiento, frente a la concentración de las poblaciones en zonas susceptibles de ser irrigadas, bien a partir de fuentes, en las zonas de montaña, o mediante caudales fluviales en las amplias vegas del Sur y del Este (Retuerce, 1995, p. 96).

 Sin embargo, los trabajos de prospección arqueológica que se están llevando a cabo en el área de La Mancha sudoriental por parte de José Luis Simón y Pedro Jiménez, en términos municipales colindantes con el Campo de Hellín, como es el caso del corredor de Almansa y el área sur de los Llanos de Albacete, están proporcionando una información muy rica y novedosa acerca de la evolución del poblamiento andalusí en esta región.


 En ese limitado espacio, los dos arqueólogos, han documentado decenas de alquerías, cuyo estado de conservación facilita, en muchos casos, levantar planimetrías generales en las que es posible registrar los perímetros de las manzanas de casas y cada uno de los edificios que las componen; incluso han conseguido, a veces, identificar su distribución interna (Jiménez, Simón, 2017, p. 218). 

Todo esto ayuda a defender la hipótesis de que el poblamiento y colonización de tierras desfavorecidas en esta región se desarrolló a lo largo del siglo XI, enmarcándose en un contexto de expansión comercial y agraria, como consecuencia de un despegue demográfico generalizado. 

2.     Isso tras la conquista castellana

La toma de Chinchilla, efectuada en torno al año 1242 por el infante don Alfonso y el comendador de la Orden de Santiago, Pelay Pérez Correa, dejó la frontera murciana totalmente indefensa, permitiendo a este último realizar profundas correrías en los primeros meses de 1242 en la sierra del sur, bordeando 

los límites del alfoz de Alcaraz. 

Entre sus caballeros estaba su pariente, el también portugués Gil Gómez do Vinhal, que tomó los castillos de Híjar, Abejuela, Gutta y Vicorto, y los sobrinos de éste, Gonzalo y Martín Eanes do Vinhal; es posible que entonces se ocuparan también los de Isso y Hellín, que serían entregados en tenencia al primero de ellos (Petrel, 1998, pp. 23). 

Otros, en cambio, consideran que tanto Isso como Hellín fueron conquistados directamente por el Infante don Alfonso “al desplazarse desde Alcaraz hasta Murcia, en abril de 1243, para hacer efectivo lo pactado” (López Serrano, 2017, pp. 807-808).

Si Tobarra capituló ante el infante don Alfonso, cabe pensar que sucediera lo mismo con Sierra, Hellín e Isso. 

Es muy probable que Gonzalo Eanes se limitará a dotar a los castillos de Hellín e Isso de una guarnición a la vez que se les cobraba a los mudéjares los impuestos (Pretel, 1998, p. 26).  

viernes, 21 de noviembre de 2025

FORTALEZA MEDIEVAL DE ISSO / 16

 9. El poblamiento medieval de la comarca:


La arqueología y la escasa documentación escrita permiten afirmar que la población más destacada de la comarca en la Antigüedad y época emiral fue, indudablemente, la emplazada en el Tolmo de Minateda, una de las ciudades que se incluyeron en el pacto firmado en el año 713 entre el comes o dux visigodo Teodomiro y el conquistador árabe ̒Abd al-Azīz ibn Mūsà. 

A partir de ese momento parece haber sido denominada Madīnat Iyyuh, perviviendo durante casi doscientos años hasta su abandono definitivo a finales del siglo IX (Gutiérrez, 2011, p. 360). 

Para fechas más avanzadas, siglos XII y XIII, el asentamiento articulador del territorio parece que fue Hellín (Falyan), un hīṣn de mediano tamaño, con una modesta fortaleza, cabeza de un distrito al cual pudo pertenecer Isso y otras poblaciones de menor tamaño. 

Actualmente se conserva una calcazaba delimitada por un recinto arruinado con unas dimensiones de 108 x 53,5 m, constituido por lienzos y torres de tapiería de hormigón y tapiería calicostrada. Junto a él pudo haber un caserío, pero no una ciudad; ni siquiera hay constancia de que estuviera protegido por una muralla. 

Tras la conquista castellana, es posible que esta fortaleza acogiera en su interior al primitivo concejo cristiano.

11 No conocemos referencias seguras a Isso en los textos árabes; no obstante, podemos afirmar que ya existía en época andalusí dado que las primeras citas en la documentación castellana están relacionadas con los momentos inmediatos a la conquista de mediados del siglo XIII.

Además de Hellín, en las proximidades de Isso se localizan otras poblaciones relevantes en época andalusí que hemos examinado con cierto detalle, con el fin de poder contextualizar adecuadamente el poblamiento de la comarca en ese momento (Fig. 3).



Tobarra aparece citada en la obra del geógrafo al-Ûdrí (siglo XI), en el itinerario de Chinchilla a Cartagena. Sabemos que fue sede de un valeroso jefe local llamado Ya'qūb Ibn Jalid Al-Tubarri (Pretel, 1986, p. 16). Su castillo se encuentra en el Cerro de la Encarnación, a 679 m.s.n.m., es de planta trapezoidal, y cuenta con torreones en las esquinas.

Los topónimos de algunas localidades de la zona, como Albatana y Ontur, y de ciertas aldeas pertenecientes al municipio de Tobarra, como Abenuj, Aljubé, Alboraj y Alborajico, parecen tener su origen en asentamientos andalusíes (Pocklington, 2010, pp. 149, 152-153).

 En la aldea de Alborajico, junto al eremitorio allí existente, hallamos una alquería que conserva un tramo de su muralla, construida con mampuestos colocados de forma irregular, tomados con argamasa de cal. Esta pudo ser levantada sobre un asentamiento tardorromano o visigodo previo, según indica la cerámica que se aprecia en superficie (Fig. 12).


El Castellar de Sierra (Tobarra) era otro ḥiṣn situado en altura. Actualmente es un yacimiento arqueológico ubicado a 5 km de Tobarra en dirección sureste y a 7 de Hellín en dirección noreste, y se alza sobre un cerro a 716 m.s.n.m. Su caserío se desarrolló en la ladera occidental (Fig. 13), mientras que la cima estaba fortificada con un recinto torreado, construido con mampostería tomada con mortero de cal; en el extremo occidental, una celoquia albergaba dos aljibes. Al pie del lugar se extiende una estrecha vega recorrida por el arroyo de Tobarra, sobre el que se hallaba un molino que aparece localizado en el plano de caminos de 1811 (Fig. 5).


 Alfonso X cedió Sierra, junto a Tobarra, en 1268 al alcaide del castillo de Albacete, con el fin de favorecer la integración de la nobleza islámica en el proceso repoblador. 

Este intento fracasó y fue vendido al concejo de Alcaraz mediante contrato firmado en Jerez en 1268 por el hijo del noble musulmán, Abū ˊAbd Allāh (Pretel, 1998, p. 31; Carmona, Giménez, 2008), debido probablemente a que el lugar fue abandonado por los mudéjares que lo habitaban. 

Al despoblado de Sierra ya se hacía referencia a finales del siglo XVIII (Espinalt, 1778, pp. 145-146).